Carlos Loret de Mola - El Universal
La pésima gestión del Inegi, su falta de tacto y olfato político, la decisión de realizar los estudios sin el concurso y aval de analistas, organizaciones y consultorías, abren la puerta del escándalo
En una muestra más de deficiencias en su gestión, el Inegi puso ayer la mesa para debilitarse como institución y meterse por tercera vez en un conflicto político que solo mina su credibilidad.
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