- La caída de los precios en 2014, coherente con una demanda débil, amenaza el crecimiento
Aunque el Gobierno sostiene que la economía no ha caído en la deflación,
la evolución de los precios durante 2014 (bajaron el 1% en tasa
interanual, el primer descenso histórico de la serie del IPC) demuestra
una clara tendencia deflacionista que va más allá del descenso,
coyuntural o no, del precio de los carburantes. La inflación subyacente
(el IPC sin contar con los precios de la energía y los de los alimentos
sin elaborar) ha sido cero el año pasado y muchas proyecciones apuntan a
que en 2015 se mantendrá un perfil similar al de 2014. Hay razones,
pues, para sostener que la economía española o bien está en una fase
deflacionista o se aproxima mucho a ella; en cualquier caso, puede
sufrir los efectos de una depresión de los precios.
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