- La entidad activa este jueves el plan de adquisición de bonos pese al escepticismo alemán
Europa tiene un pasado a la vez luminoso y asfixiante: es el lugar donde
el jardín de Goethe es casi colindante con el campo de concentración de
Buchenwald. La eurozona empieza a soltar este jueves uno de sus más
pesados, de sus más asfixiantes lastres: los traumas económicos de
Alemania, aquella hiperinflación de la República de Weimar y que de
alguna manera aún condiciona en parte la gestión de la eurozona. El BCE
se embarcará poco después de mediodía en un programa de compra de deuda pública a gran escala,
pese a la oposición alemana y con un lustro de retraso respecto al
resto de grandes bancos centrales. Con los índices de precios ya en
territorio negativo, lo único que queda es conocer los detalles: las
fuentes consultadas la noche de este miércoles hablaban de adquisiciones
de entre 35.000 y 50.000 millones de euros mensuales para combatir el riesgo de deflación.
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