Joaquín Estaefanía / El País
El principal factor de pobreza y de desigualdad en Europa (y más en
España) es el número de parados. Por ello resulta muy sugerente analizar
la paradoja de que EE UU se haya convertido en una de las sociedades
más desiguales del mundo y al mismo tiempo esté a punto de conseguir el
pleno empleo (5,6% de tasa de paro oficial). No es de extrañar que ante
esta realidad el concepto más conjugado por el presidente Obama la
semana pasada, en el debate sobre el estado de la Unión, fuese el de
desigualdad. “¿Aceptaremos una economía en la que sólo a unos pocos les
va espectacularmente bien?”, dijo.
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