Ángel Ubide / El País
La reciente publicación de las memorias de destacados líderes del
anterior Gobierno ha traído un poco de aire fresco al debate económico
español, siempre tan obsesionado con el liderazgo partidista y las
próximas elecciones y no con la discusión de ideas y conceptos.
Ignorando los ataques personales, tristes e innecesarios, pero, por
desgracia, siempre presentes en el debate español, es interesante
analizar los distintos puntos de vista con el beneficio de la
perspectiva que da el tiempo. Las preguntas esenciales son las
siguientes: ¿Estaba claro a finales de 2008 que la crisis mundial iba a
afectar a España? ¿Tenía España el margen de maniobra para acometer la
gran expansión fiscal de 2009? ¿Tiene sentido rechazar una propuesta de
política económica con el argumento de que conllevaría una huelga
general? ¿Es cierto que un programa hubiera sido muy nocivo para España?
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