lunes, 23 de diciembre de 2013

CONCENTRACIÓN



El regalo de Navidad que nos ha deparado el destino ha sido el estallido de una bomba de relojería
Almudena Grandes / El País
Si España fuera un abeto, este año tendríamos pocas cosas bonitas que colgar de sus ramas. No importa mucho, porque tampoco se verían. Todos esos adornos frágiles, antiguos, de cristal irisado y delicados detalles hechos a mano, que se venían atesorando durante generaciones, han salido rotos de la caja. Hoy brillan por su ausencia, vendidos unos, arruinados otros, descapitalizados, despiezados, inmolados en el dudoso altar de una presunta recuperación económica que solo sabe engendrar pobreza y más pobreza.

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