martes, 28 de mayo de 2013

LOS FAMILIARES DE LOS EMIGRANTES MEXICANOS CONFÍAN EN EL PLAN OBAMA

Viaje a Coronango, un pueblo mexicano en el que se anhela que algún día su gente deje de ser clandestina y que pueda volver de Estados Unidos con papeles


Pablo de Llano -Puebla, México-El País

En el municipio de Coronango, en el Estado de Puebla, brotan aquí y allá viviendas de dos pisos que tienen más fuste que la mayoría de las que las rodean. Son el símbolo del dólar en una tierra humilde, la señal de las familias que perdieron de vista a esposos, hijos y hermanos a cambio de una fuente de ingresos a la que aquí no podían aspirar: las remesas de los emigrantes a Estados Unidos. Ahora, lejos de este pueblo aletargado de fabricantes de ladrillo y de empleados de la maquila (talleres textiles), se cuece una ley que podría devolverles la oportunidad de ver a los que se fueron.

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