viernes, 31 de mayo de 2013

CORREGIR EL AJUSTE, INICIAR EL CRECIMIENTO

Los niveles de desempleo son insoportables, muchos colectivos sociales son más pobres y aumenta la desigualdad. Urge impulsar las reformas pendientes y un marco institucional que favorezca a las empresas

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La senda conduce a la salida, pero alcanzarla exige rectificaciones y nuevos esfuerzos. Hablamos de la salida de la crisis de la economía española. El aireado superávit de la balanza comercial en el pasado mes de marzo, suma del auge exportador y la caída de las importaciones, otorga protagonismo a un hecho capital: se ha conseguido el difícil saneamiento exterior de una economía que se había deslizado sin freno hacia cifras más que temerarias de déficit por cuenta corriente. Con el ejercicio de 2012 la economía española ha conseguido al fin acomodar el gasto a la renta producida, después de tres lustros necesitando cuantiosa financiación exterior; un logro no poco excepcional por lo rápidamente alcanzado sin disponer de instrumentos monetarios y cambiarios. Pero ese muy importante esfuerzo de ajuste no ha sido equitativo y además corre el riesgo de ser precario. Lo primero, porque ha recaído dura y casi exclusivamente sobre el sector privado de la economía, soportándolo mucho más levemente el público. Lo segundo, porque el modesto ajuste de las Administraciones públicas se ha hecho a base de recortes que no se pueden prolongar indefinidamente, con olvido o aplazamiento de las reformas que conducen a ahorros permanentes. Recortar es más fácil que reformar.

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