Ahora se trata de reglamentar la ley y hacer que se cumpla, que aterrice
Marcela Turati y Arturo Rodríguez
MÉXICO, DF (Apro).- Fue una ruta muy larga la que tuvieron que seguir
las víctimas de la lucha de Calderón contra el narco para llegar ese
miércoles 9 a la residencia oficial de Los Pinos a la promulgación de la
ley que, esperan, consiga materializarse de manera cabal. El camino
comenzó cuando Felipe Calderón declaró una guerra que ha costado decenas
de miles de vidas, pero no se hizo visible sino hasta abril de 2011,
cuando tomó forma el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Pero
los promotores de éste aún tienen dudas y tareas pendientes. Ahora se
trata de reglamentar la ley y hacer que se cumpla, que aterrice.
Un primer cartel apareció entre el público: "Mi víctima está presente".
Lo sostenía una mano tímida. A un lado, un joven con un gorro de
estambre se animó a levantar su iPad para mostrar la foto de su familiar
ausente. Lo coló así para evadir el filtro del Estado Mayor
Presidencial, acostumbrado a retirar pancartas y todo lo que incomode al
presidente.
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