viernes, 11 de enero de 2013

FALTA UN DISCURSO EUROPEO

La resolución de un problema económico serio requiere imaginación política
Ana Palacio / El País
El final de cualquier año insta, invariablemente, a hacer balance y 2012 ha sido, sin duda, un año pródigo en eventos: los dramáticos acontecimientos en Oriente Próximo, el cambio de liderazgo en China y la sombra del abismo fiscal americano. Acontecimientos todos ellos de gran trascendencia aunque no siempre acaparen el interés popular. Esta observación es aplicable especialmente al doloroso e insoportablemente prolongado proceso —aún en curso— para salvar el euro.

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