Para
salir de la crisis y volver a crecer no hay que resistir y esperar la vuelta de
los buenos
tiempos. La sociedad debe abordar el reto cultural, económico y
político, abrazar el cambio estructural y la innovación
Michele Boldrin / El País
La palabra que más frecuentemente escucho en conversaciones sobre la
situación económica española, desde hace cinco años, es “aguantar”. Debemos
aguantar; aguantamos este periodo; si aguantamos, las cosas van a mejorar;
aguantamos y se resolverán los problemas, etcétera. Políticos, empresarios,
expertos económicos y hasta la gente de la calle repiten cada día que lo que
debemos hacer es aguantar y poco más, ya que, tarde o temprano, todo esto
acabará y volveremos a los buenos tiempos.Se
equivocan estos señores y nos equivocamos todos al pensar que la solución
requiere, simplemente, aguantar: requiere exactamente lo opuesto a aguantar,
pero parecemos incapaces de entenderlo. El problema, casi seis años después del
comienzo de esta crisis, se está haciendo cultural: no hemos identificado
correctamente la situación y nos enfrentamos a ella desde un punto de vista
equivocado.
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