Por Maribel Ramírez Corral - El Economista
Los cambios inesperados en el sistema público de salud -ahora con un nuevo protagonista que será el IMSS en la atención médica de los mexicanos sin seguridad social- no permiten asegurar mejoría en la cobertura mientras no se acreciente la inversión que el país destina a salud.
El presidente López Obrador prometió en algún momento que elevaría en un punto porcentual la inversión en salud, pero esa sensata postura se le olvidó en el camino. Su gobierno ha intentado infructuosamente dar resultados, pero no tiene elementos para conseguirlo no sólo por falta de claridad en el rumbo y en los cómos, sino porque intenta querer tapar más con la misma cobija.
¿De dónde puede esperarse que con IMSS-Bienestar las cosas ahora sí funcionen mejor?
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