- Los periodistas son defensores de los derechos y no delincuentes en potencia
APRO
Una nueva forma de atacar a la libertad de expresión es representada en algunos periodistas que fueron seguidos por Pegasus como Carmen Aristegui.La resignación sería la peor de las respuestas frente al espionaje. Quienes ejercemos el periodismo, la defensa de los derechos humanos o el oficio político, en principio no participamos dentro de las redes dedicadas al terrorismo, el secuestro o la pedofilia.
Y, sin embargo, funcionarios públicos concretos, con responsabilidades presumiblemente acotadas y mandatos derivados de un supuesto orden legal, se tomaron la libertad de confundir actividades diametralmente disímbolas.
Este es el principal hallazgo de una investigación publicada por Proceso y Aristegui Noticias.
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