- Estados Unidos ha dejado de ser la referencia política y moral del resto del mundo. El país exhibe hoy su imagen más intolerante y xenófoba. Trump ha impulsado a las fuerzas más nacionalistas y tribales
Con el final del verano, Estados Unidos se adentra en una larga campaña que concluirá con las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020. En medio de la convulsa situación política que se vive desde la victoria de Donald Trump, algunos ven esas elecciones como la última oportunidad de reconducir al país y reparar los daños causados por un presidente tan insólito.
No será fácil. En primer lugar, porque Trump es hoy por hoy un serio aspirante a la reelección. Pese a todos los escándalos, lo cierto es que la economía marcha por buen camino. El crecimiento durante la era de Trump ha sido del 2,4% en 2017, 2,9% en 2018 y 2,6% en lo que va de este año, un ritmo menor de lo prometido, pero aún suficiente como para haber creado más de seis millones de empleos. Aunque algunos expertos creen divisar los síntomas de una recesión, parece poco probable que ocurra antes de la convocatoria a las urnas. Se anticipa un crecimiento del PIB en torno al 2% para el año 2020.
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