Lorenzo Meyer - El Siglo de Torreón
Un esquema de corrupción para facilitar el ingreso de jóvenes de familias adineradas a algunas de las mejores universidades de Estados Unidos ha dado pie a varias reflexiones políticas, económicas y éticas en torno a la desigualdad social en ese país pero que tienen aplicación universal.
En el caso específico de la educación formal de los jóvenes, la desigualdad en su calidad y duración repercute, y mucho, en las oportunidades de su desarrollo en el mercado de trabajo.
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