- La relación del Reino Unido con Europa está condicionada por la mentalidad que imprime su situación geográfica
Michael Gove, el euroescéptico ministro británico de Medio Ambiente que deslumbra al Parlamento con su oratoria de fuegos artificiales y su agilidad en las respuestas, tiene una obsesión personal: recuperar el tradicional currículum escolar, “para que los niños vuelvan a tener la posibilidad de escuchar la historia de nuestra isla”. Porque Gran Bretaña -el nombre oficial del Reino Unido no existe en el lenguaje coloquial de sus habitantes- es una isla. “La isla coronada, el semi-paraíso, la fortaleza que la Naturaleza construyó para sí misma”, que dice el Ricardo II de Shakespeare.
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