Raymundo Riva Palacio - El Financiero
Al día siguiente de que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció que Octavio Romero Oropeza sería el director de Pemex, el spread de la empresa –la diferencia entre el precio de compra y el de venta de un activo financiero– perdió seis mil millones de dólares de valor en los mercados. La designación de un ingeniero agrónomo, cuya experiencia financiera fue cuidar los dineros del gobierno de la Ciudad de México cuando la gobernó López Obrador, fue muy mal vista por los inversionistas que reaccionan rápidamente y sin miramientos. Como Pemex requiere un financiero, no un perfil distinto, los mercados le mandaron un aviso preventivo al próximo presidente de México sobre qué no puede hacer, si quiere evitar meterse en honduras financieras.
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