lunes, 27 de agosto de 2018

RECTIFICAR

Ni en la carretera más recta puede permanecer fijo el volante. Para ir en la misma dirección debemos mover constantemente el manubrio. Congelar el volante nos conduciría, tarde o temprano, al precipicio. Lo mismo podríamos decir del ejercicio del gobierno: gobernar es corregir, corregirse. Rectificar es la única manera de perseverar. Pasar de la oposición al gobierno supone una adaptación compleja y riesgosa. Ir de la epopeya de los votos a las rutinas de la administración es pasar de la producción de ilusiones al manejo de la frustración. No necesitamos imaginar ninguna trampa para
entender esa incómoda mudanza.

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