Por Jair García - La Jornada Veracruz
La caída financiera de Veracruz no tiene freno. Ni la salida de Javier Duarte de Ochoa, como tampoco la recién salida de Antonio Gómez Pelegrín de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) ha podido impedir que la calificación crediticia del gobierno del estado siga en picada y esté a punto de declararse a la entidad con una calidad financiera altamente especulativa, un paso previo a caer a las pocas esperanzas de pago, al impago y a la calificación "basura".
Así lo establece el último reporte de la empresa Fitch Ratings, que establece que conforme a la última evaluación de hace tres meses, siguió bajando la calificación de Veracruz, pues pasó "BB (mex)" a "BB-(mex)", que además advierte la aparición de nuevas cuentas por aclarar por un monto de 31 mil 942 millones de pesos.

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