Sergio Negrete Cárdenas - El Financiero
Si algo consolidó ayer el Banco de México en la opinión de muchos fue una fama de ineptitud impresionante. Eligen a Trump y al día siguiente el gobernador Carstens, junto con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, anuncia que se esperará a ver cómo evolucionan los mercados. Ni aumento de tasas, ni recorte de gasto. Carstens dice, además, que ya habrá anuncio de política monetaria de acuerdo con lo establecido en el calendario del Banxico, esto es, hasta el 17 de noviembre, prácticamente 10 días después del shock trumpista. Parecía que el Gobernador había bebido cantidades excesivas de té de tila.
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