Economist Intelligence Unit / La Jornada
A corto plazo América Latina en conjunto se beneficiará por la reciente
caída en los precios globales del petróleo, pero algunas economías
podrían recibir un duro golpe por el descenso de los mercados. La
disminución en los costos de la energía tendrá impacto favorable sobre
todo en los importadores netos de la región, pero el descenso en las
exportaciones petroleras y en el ingreso fiscal lesionará las cuentas
externas y públicas de exportadores netos, sobre todo los que tienen
débiles fundamentos macroeconómicos. The Economist Intelligence Unit
asume que el mercado se estabilizará y los precios internacionales
repuntarán en los meses por venir; se prevé que el precio del crudo
Brent promediará 80 dólares por barril en 2015, contra 100 dólares que
alcanzó en 2014.
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