Los sindicatos piden un plus salarial de fin de año para paliar la subida de precios, pero el Gobierno rechaza concederlo
Francisco Peregil
Buenos Aires / El País
De nuevo la inflación vuelve a marcar el eje de la política argentina.
Solo ha transcurrido un semestre desde que se cerraron la mayoría de
acuerdos salariales. Y se cerraron con un aumento promedio del 29,7%.
Pero varios sindicatos, incluso algunos afines al Gobierno, aseguran que
la inflación ha “triturado” y “pulverizado” esos incrementos. Los
gremios y las consultoras privadas calculan que la inflación anual es ya
del 40%. Pero el Gobierno, a través del jefe de Gabinete, Jorge
Capitanich, estima que esos cálculos son “un dibujo”, “un mamarracho” y
asegura que no se ha perdido poder adquisitivo, que los sueldos siguen
estando por encima de la inflación. Los sindicatos piden una paga extra
en diciembre para compensar pérdidas. Y el Gobierno se negó esta semana
en redondo. “No promovemos, no propiciamos ni propiciaremos ninguna
medida de carácter excepcional”, declaró el miércoles Capitanich.
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