Enrique Campos Suárez - El Economista
Otra vez en septiembre un escalofrío eriza la piel de los participantes en los mercados ante la posibilidad de que un gigante, de esos que dicen que son muy grandes para fallar, pudiera caer y arrastrar a todos.
Hace 13 años la creatividad de la ambición en los mercados les dio la vuelta a las reglas de los mercados financieros estadounidenses y generaron una enorme bola de nieve con aquellos créditos hipotecarios impagables.
El banderazo de salida para aquella crisis financiera global fue la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers, una institución con más de 150 años de existencia que gozaba de esa fama de ser muy grande para fallar.
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