Carlos Ramírez - Indicador Político
El principal dilema que dejó abierta la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños no fue el incidente entre presidentes por los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, sino el planteado entre una OEA sin Estados Unidos o un tratado de integración comercial subordinado a las necesidades de recursos, dominación productiva y de consumo de la economía estadounidense.
La CELAC arribó a Palacio Nacional con el entusiasmo de liquidar a la OEA como –en palabras de Fidel Castro en 1962– el “departamento de colonias” de la Casa Blanca, pero terminó su sesión con la propuesta del presidente López Obrador de buscar un tratado de tratados entre la desorganizada comunidad latinoamericana con sus experiencias frustradas de la Alianza Bolivariana y el Mercosur y el exitoso tratado de comercio libre de Norteamérica entre México, Estados Unidos y Canadá.
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