Alberto Barranco - El Siglo de Torreón
Ante la catarata de protestas internas por las millonarias pérdidas que genera el tortuguismo en las aduanas, el presidente Donald Trump colocó en paréntesis la posibilidad de apretar más la pinza… pero puso en la mesa una nueva amenaza: gravar por razones de seguridad nacional, el ingreso de automóviles y televisores ensamblados en México.
Justificada la reversa al cierre total de 3 mil kilómetros de frontera por una activación de las acciones de México para impedir el paso de migrantes, “desde hace cuatro días”, Trump, en la búsqueda de simpatía para su posible reelección, sacó otra carta de la manga.
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