- Una oleada de denuncias en las redes sociales contra la violencia machista en los ámbitos del trabajo sacude al país
Un elefante en el cuarto. Un secreto a voces. Una olla a presión que acaba de estallar. Cientos de mujeres mexicanas han roto el silencio contra la violencia machista incrustada en los entornos del trabajo y las relaciones profesionales. Desde el sábado pasado, una catarata de voces se han ido arropando unas otras, conjurando el miedo y el desamparo en las redes sociales. El resultado de la explosión es todavía una nube caótica de denuncias –en buena parte anónimas y personales-, una llamarada catártica aún por ordenar y articular. Han usado el paraguas del MeToo, pero el movimiento en México va más allá de ser una secuela del estadounidense, tiene raíces y componentes propios de un país que dobla la tasa mundial de violencia contra las mujeres y arrastra unos índices feroces de impunidad.
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