- La primera ministra acatará lo que decida el Parlamento si su plan vuelve a ser rechazado
Rafa de Miguel - Londres - El País
Se trataba de escoger el peor de dos males y Theresa May ha decidido renunciar a su principal arma negociadora frente a Bruselas (la inevitabilidad de un Brexit sin acuerdo llegado el 29 de marzo) para evitar una crisis de Gobierno que habría acabado con cualquier resto de su autoridad. La primera ministra ha anunciado este martes en la Cámara de los Comunes que, si su plan de salida de la UE vuelve a ser rechazado el próximo 12 de marzo, está dispuesta a solicitar a Bruselas una prórroga de la fecha de salida. Lo que técnicamente se denomina una extensión del artículo 50 del Tratado de Roma, la cláusula que activó Reino Unido para comenzar el proceso de desenganche de las instituciones comunitarias.
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