Raymundo Riva Palacio - El Financiero
La relación entre México y Estados Unidos está más deteriorada de lo que parece. Los últimos exabruptos del presidente Donald Trump al negarse el presidente Enrique Peña Nieto a pagar por el muro fronterizo, son lo de menos, por más sanguíneos que sean. La relación se siente quebrada al haberse suspendido el intercambio de información sensible en materia de seguridad, y al cerrarse dentro del gabinete estadounidense los canales de intercambio en temas altamente delicados para la seguridad nacional. El gobierno de Peña Nieto inició mal su relación con la administración de Barack Obama, cuando suspendió la amplia cooperación alcanzada con el gobierno de Felipe Calderón, y terminará igual o peor con Trump.
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