- Su cambio de chaqueta lo alaban sus grandes enemigos y lo critica la extrema derecha
Lo más importante de la represalia norteamericana al bombardeo sirio con medios químicos, es lo que pueda decir, por confuso que parezca, de la política exterior del presidente Trump.
El empresario ganó las elecciones proclamándose gran gestor de una política de America First, América por encima de todo, así como aseguraba que no iba a ser el presidente del mundo, sino únicamente de EE UU, cuando aparentemente con el bombardeo con misiles de una base siria gesticula hoy de policía mundial, tocando a rebato contra Damasco si persiste en querer ganar la guerra con medios que horrorizan a Occidente. Tan radical es su mudanza que solo había estado de acuerdo con el presidente Obama en el verano de 2013, cuando este incumplió su promesa de castigar a Damasco por un ataque efectuado asimismo con armas químicas. Siria, como el presidente El Asad y el resto del área medio-oriental, ni tocarlos.
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