- La fiscalía general de la República pide también que se indague a los tres anteriores presidentes, Dilma Rousseff, Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso
La crisis política de Brasil ha sufrido este martes otro súbito agravamiento y ha colocado en una situación muy delicada al Gobierno que hace nueve meses se formó tras la destitución de la anterior presidenta, Dilma Rousseff. La trama de corrupción sistémica revelada por la Operación Lava Jato ha llevado al Supremo Tribunal Federal (STF) a ordenar la apertura de investigación a ocho ministros del Ejecutivo del actual presidente, Michel Temer, así como a los presidentes de las dos Cámaras y a tres gobernadores de Estados. De las salpicaduras de la Lava Jato no se libra ninguno de los grandes partidos del país, a derecha e izquierda, ni prácticamente ninguna de las personalidades que han protagonizado la política brasileña desde hace dos décadas, incluidos los tres anteriores presidentes del país: la propia Rousseff, Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso, aunque estos,de momento, no figuran entre los que investigará el STF.
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