- El G20 que se celebra este fin de semana en la ciudad china de Hangzhou aspira a poner remedio al débil crecimiento del comercio y la inversión
La reunión de las veinte mayores potencias desarrolladas y emergentes del planeta tiene como principal objetivo, al menos sobre el papel, encontrar una solución al débil crecimiento global y cambiar un horizonte que se antoja sombrío. Los miembros del G20 comparten el diagnóstico, pero no han sido capaces de consensuar un tratamiento para paliar a los males de los que adolece la economía mundial. La cumbre en la ciudad china de Hangzhou pondrá a prueba la capacidad del club de hallar nuevas recetas para abordar el problema, pero sobre todo su voluntad de afrontarlo en solitario o de forma conjunta.
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