Gregorio Martínez Narváez
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Ahora es frecuente escuchar la expresión “universalidad en salud”; se menciona como una política de gobierno o como una meta sectorial. Lo enuncian los funcionarios, los políticos y hasta los profesionales y técnicos de la salud. Sin embargo, no se dice en qué consiste; de hecho, no se encuentra un documento, plan o declaración formal que explique cuáles son los componentes o el contenido estructural de este concepto. Lo que se enuncia es ambiguo, vago y cambiante. A pesar de ello, ha sido declarada oficialmente la intención de conducir el sistema de salud mexicano hacia una ansiada y difusa universalidad.
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