jueves, 22 de septiembre de 2016

LOS GATOS DE PARÍS

  • Lo que Trump ofrece a la gente no es poca cosa; un responsable de los males que le aquejan

Jorge Zepeda Patterson - El País
En el verano de 1348 la peste alcanzó París. Nadie sabía cuál era la procedencia de la epidemia, ni cómo se propagaba de una casa a otra, de una persona a otra. Pero, como siempre, buscaban una explicación, y por supuesto, una cabeza de turco, cuenta Henning Mankell, el novelista sueco (Arenas movedizas, Tusquets, 2015). En este caso, cundió el rumor de que eran los gatos de la ciudad los causantes de la muerte de tantas personas.

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