- La crisis es el terreno abonado para una crítica desmesurada de la profesión de economista
- JAVIER FERRI / JOSÉ E. BOSCA MARES / El País
El economista es un arrogante profesional que, creyéndose siempre en posesión de la verdad, se empeña en ofrecer recomendaciones de política que se han demostrado inútiles y en predecir, con muy poco éxito, las crisis financieras. Esta definición no consta en ningún diccionario, pero podría construirse juntando los principales mensajes de dos artículos de opinión publicados recientemente por EL PAÍS: La fraudulenta superioridad de los economistas de Moisés Naim y El economista y las manos sucias de Joaquín Estefanía. Como la crisis económica ha impuesto un notable sufrimiento a la población, esta definición encontrará sin duda terreno abonado para su aceptación. Sin embargo, la caracterización que se hace del economista es cuanto menos parcial y, en lo que sigue, se ofrecen argumentos en dicho sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario