viernes, 17 de octubre de 2014

EL QUINTO PODER

Raymundo Riva Palacio / El Financiero
Desde que durante la Revolución Francesa se añadió a los tres poderes –la nobleza, la Iglesia y el pueblo– uno cuarto –la prensa–, los medios de comunicación han estado en el imaginario colectivo como un verdadero poder omnipotente. En un sistema democrático, los medios crean la esfera pública que, como definiera Jürgen Habermas, sirve de arena para el debate entre gobernantes y gobernados. En países con instituciones débiles que tienen en construcción el modelo democrático, los medios han rebasado esos límites y se han convertido de meros registros de hechos, en moduladores de la realidad y alteradores, en muchos momentos, de la verdad. Sin embargo, en los últimos años, casi en el reciente inmediato, ha surgido un nuevo poder, el quinto, que se anida en las redes sociales y que determinan qué es lo cierto, sin importar que sea falso. En algunos casos, se abusa de los otros poderes; en otros, donde lo factual se convierte en veneno, se llega a morir por difundir lo que pasa.

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