Mario Rodarte / El Financiero
Al parecer no las traemos todas con nosotros; apenas se percibe una
pequeña luz de recuperación en algunas variables, como las exportaciones
y la construcción que empiezan a crecer ligeramente, cuando nos viene
el cubo de agua fría. Se dio a conocer la cifra de déficit público para
el periodo enero agosto del presente año, misma que resulta 152%
superior a la del mismo periodo del año previo. Esto no estaría mal si
del otro lado de la hoja de balance viéramos los ingresos públicos
creciendo por lo menos en una magnitud similar, o ligeramente inferior,
aunque en este capítulo la perspectiva es muy incierta, tendiendo a
gris. Si bien es cierto que en los primeros meses del año la recaudación
creció, esto se debió más al efecto del cambio en las tarifas del ISR, y
del IVA en la frontera, así como a los nuevos impuestos especiales a la
comida chatarra. No es seguro que esto se mantenga si el crecimiento no
se acelera.
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