Ana María Salazar / El Financiero
Esta semana me invitaron a participar en un foro en el Senado de la República para debatir sobre el futuro de la relación bilateral
entre Estados Unidos y México. Interesante que se lleve a cabo el foro
la misma semana que hay una alerta máxima en Coahuila por el enfermo de
ébola en el estado de Texas. Thomas Erick Duncan, quien es el primer
paciente diagnosticado con ébola en Estados Unidos, que está recibiendo
tratamiento en el estado fronterizo –donde además están en observación
unas decenas de personas que tuvieron contacto. Este evento nos recuerda
cuales deberían ser las prioridades en la relación bilateral: la
defensa de los intereses estratégicos y de seguridad de ambos países que
deben traducirse en el bienestar de sus pueblos.
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