- Los planes ante el fallecimiento de Isabel II han permanecido en secreto, pero el Reino Unido lleva décadas preparándose para la ocasión
La bandera británica ondea sobre el palacio de Buckingham este jueves.NEIL HALL (EFE)
Thiago Ferrer Morini - Madrid - El País
El hijo de Isabel II, el hasta ahora príncipe de Gales, que en noviembre cumplirá 74 años, es el primero en la línea de sucesión al trono británico una vez fallecida la Reina. El monarca ha elegido el nombre de Carlos III para su reinado. Su madre, Isabel, ha mantenido su nombre de bautismo, pero, por ejemplo, su abuelo Alberto prefirió el nombre de Jorge VI.
Uno de los elementos más importantes será el tratamiento de Camila, la esposa de Carlos. Desde su matrimonio, en 2005, Camila no ha utilizado el título de princesa de Gales que le corresponde por derecho por ser la mujer del heredero, presentándose como la duquesa de Cornualles o la duquesa de Rothesay (en Escocia), otros dos títulos que tiene su esposo. Durante muchos años se ha especulado con cuál habría de ser el tratamiento de la futura reina, hasta que Isabel II zanjó el asunto el 5 de febrero, la víspera de su 70º aniversario en el trono, al afirmar que esperaba que Camilla adoptase el título de reina consorte que le corresponde, aunque un sondeo publicado en la ocasión indicaba que solo el 14% de los británicos estaba de acuerdo. Como ha quedado claro desde que se ha emitido el comunicado de la muerte de Isabel II, Camila recibirá el tratamiento de reina consorte.

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