Horacio Cárdenas Zardoni - El Diario de Coahuila
Hace unas tres semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que estaba en desacuerdo con la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de determinar como constitucional el cálculo de las pensiones de los trabajadores de la educación en base a UMA, las Unidades de Medida y Actualización.
No cuesta trabajo pensar que el presidente estaba suficientemente enterado del asunto, porque como parte de su declaración manifestó que daría instrucciones a los titulares del Instituto Mexicano del Seguro Social y del ISSSTE, para que buscaran fórmulas para no afectar las pensiones de sus agremiados, lo que ocurrió a los pocos días.
Concretamente el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación había puesto el grito en el cielo, y es que según sus análisis, se corría el riesgo de que las pensiones de los profesores se vieran reducidas hasta en un 40%, lo cual era a todas luces inaceptable, aunque la Suprema Corte hubiera dicho que no había ningún problema, pues todo era que se dejara de usar como patrón la UMA, y se regresara a tomar como base de cálculo de los aumentos, el salario mínimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario