Lorenzo Meyer Cossío, autor de Distopía mexicana, su obra más reciente, relata la tragedia del presente como una enfermedad que aún puede ser peor. Para el historiador y politólogo, la administración de Enrique Peña Nieto contribuyó con la crisis de las instituciones; pero no tocó fondo y el país puede descender a una realidad más grotesca. Entre las ruinas, hay una fuerza política de izquierda que se propone un cambio del régimen profundo. Y ello le conviene a México, pero también a Estados Unidos. Por eso, el alumno distinguido de Daniel Cossío Villegas –fundador del Colegio de México– no encuentra peso en las palabras de John Kelly, Secretario de Seguridad de EU, cuando expresó que un Presidente de izquierda avivaría el sentimiento antiestadounidense en México, lo cual resultaría malo para los dos países. Meyer recuerda que la Guerra Fría ha concluido, que el concepto de “izquierda” se ha modificado y que México requiere virar los rumbos. Dice que si el juego en el país se vuelve menos corrupto, como ofrece la izquierda, será bueno para las dos naciones. Entonces exclama: “No sé qué diablos le molesta a Kelly”.
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