BLOOMBERG
En febrero, después de casi dos años con jornadas de trabajo de seis horas, las enfermeras del centro geriátrico Svartedalens en Gotemburgo, Suecia, tuvieron que volver a sus turnos de ocho horas porque a primera vista los costes de este experimento superaron los beneficios. No obstante, una nueva investigación vuelve a incidir en los beneficios de los horarios laborales más cortos, unos dividendos que se recogen con el paso de los años: salud y productividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario