Dulce Olvera - Sin Embargo
La administración de Enrique Peña Nieto, a lo largo de estos casi cuatro años, sólo se ha dedicado a poner parches a una bomba que está a punto de explotar, dicen analistas. El gobierno no está garantizando las condiciones necesarias para el desarrollo de actividades productivas. El potencial económico, que generaría empleo y salarios bien remunerados, no se puede implementar porque la corrupción, la inseguridad y un Poder Judicial contaminado no lo permiten, afirman. Además, en lugar de buscar fuentes de ingresos, se recurre al endeudamiento. Y una deuda alta ahuyenta la inversión. Eso, aunque cuenta mucho, el Presidente no lo cuenta. “Prefiere echarle la culpa al entorno internacional”.
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