- La candidata demócrata y su rival, Trump, prometen más información sobre su estado de salud
Marc Basstes - Washington - El País
En una campaña con una candidata de 68 años y otro de 70, era inevitable que acabase ocurriendo. La salud de los aspirantes ocupa finalmente el centro de la batalla para las elecciones de noviembre en EE UU. El golpe de calor que la demócrata Hillary Clinton sufrió el domingo, en la conmemoración del 11-S en Nueva York, y la revelación de que durante 48 horas ocultó un diagnóstico de neumonía, han desbaratado su agenda. Además de dar pábulo a teorías conspirativas desaforadas, el episodio ilumina uno de los flancos débiles de Clinton: su imagen de política alérgica a la transparencia informativa.
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