viernes, 5 de agosto de 2016

EL DESASTRE DE SILVANO

Raymundo Riva Palacio - El Financiero
En un país donde nada sorprende, el asesinato de 10 personas el pasado 30 de julio, ordenado por un alcalde de Michoacán, Juan Carlos Arreygue, sí sorprendió. ¿Cómo puede actuar una autoridad con tanta impunidad? El gobernador Silvano Aureoles dijo que fue una disputa por narcomenudeo, y que el alcalde mandó asesinarlos porque querían quitarle el negocio. Aureoles no estaba sorprendido. Desde hace tiempo, dijo, se sospechaba que Arreygue estaba vinculado a los líderes de Los Caballeros Templarios, motivo por el cual no fue candidato del PRD, como quería. La información sobre los antecedentes del alcalde, lejos de generar confianza, es motivo de censura contra Aureoles. ¿Cómo permitió que una persona sobre la que había sospechas pudiera llegar a ocupar un puesto de elección popular? El gobernador podrá no ser culpable de los malos pasos de Arreygue, pero políticamente hablando, es un irresponsable.

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