- El Gobierno intenta frenar la caída del peso y el desplome del crudo con un segundo ajuste presupuestario que supone el 0,7% del PIB
David Marcial Pérez - El País
Acosado por la insistente caída del crudo y la debilidad del peso, México ha contratacado lanzando dos golpes a la vez. Un recorte del gasto público de unos 7.000 millones de dólares (0,7% del PIB) y la subida de medio punto de sus tasas de interés, hasta colocarlas en el 3,75%. México continúa así elevando sus defensas ante el vendaval cambiario –el peso rozó la semana pasada la barrera psicológica de los 20 dólares– y el desplome petrolero. Por segundo año consecutivo el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, asesta un nuevo tijeretazo presupuestario y de nuevo Pemex asumirá el grueso del ajuste: 5.500 millones de dólares es la dieta de adelgazamiento para la petrolera estatal. El movimiento del Banco de México supone, por su parte, la segunda subida de tasas en lo que va de año.
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