domingo, 28 de junio de 2015

DEUDA ECOLÓGICA Y DEUDA EXTERNA: ¿QUIÉN DEBE A QUIÉN?

Joan Martínez Alier* / La Jornada
Esta fue una pregunta frecuente en América Latina a partir de 1992, cuando el Instituto de Ecología Política de Santiago de Chile publicó un folleto sobre la Deuda ecológica del Norte hacia el Sur. Se dice que ese folleto influyó en la poderosa frase de Fidel Castro en Río de Janeiro en 1992; páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. En la propia ciudad de Río, entre los movimientos alternativos que asistían a la Cumbre de la Tierra se firmaron diversos tratados, uno de los cuales era sobre la deuda externa y la deuda ecológica. Mientras el Sur debía la deuda externa en dinero contante y sonante y era sometido a planes de ajuste, el Norte debía una enorme deuda ecológica difícilmente cuantificable en dinero, y nadie se la reclamaba oficialmente. ¿Quién debe a quién?, se preguntaban los activistas ambientales y más tarde se preguntaron también las Iglesias cristianas en las campañas del Jubileo Sur de 2000. En Cali, Colombia, el abogado J. M. Borrero había publicado un libro sobre la deuda ecológica en 1994 y a partir de 1997 Acción Ecológica de Ecuador y Amigos de la Tierra Internacional lanzaron campañas denunciando la deuda ecológica: para que se pague y, sobre todo, para que no aumente más.

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