- La Casa del Rey asegura que no va a presionarla
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Natalia Junquera /
Madrid / El País
La Casa del Rey insistió este lunes en su “absoluto respeto a la independencia judicial”
y en que la decisión de la Infanta de renunciar a sus derechos es solo
“suya”. No van a presionarla, pero la renuncia, ese gesto simbólico de
insignificantes consecuencias prácticas —es la sexta en la línea de
sucesión al trono y su renuncia no afectaría a sus hijos, que subirían
un puesto en el escalafón—, sería más que bienvenido en La Zarzuela. La
institución quiere soltar lastre, desembarazarse del caso Nóos,
o, como lo definió la mano derecha de don Juan Carlos, Rafael
Spottorno, de “el martirio”. Pero doña Cristina, que siempre ha
entendido la estrategia de aislamiento de la Casa del Rey como una
condena por adelantado, se ha resistido hasta el final.
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