José Blanco - Periódico La Jornada
Modernos y contemporáneos hemos vivido haciendo un uso creciente de la energía eléctrica. La vida humana es inimaginable sin esta fuerza que sirve para iluminar, para mover artefactos, para dar energía a medios de transporte, y a tantos dispositivos electrónicos. Casas, calles, hospitales, escuelas, cines o computadoras y celulares, Internet, en todas partes está o debe estar este bien irremplazable para la vida humana.
Es incomprensible que la Constitución Política no incluya aún, en su artículo cuarto, el derecho a la electricidad suficiente y segura, como garantía sobre un bien sin el cual poco podemos hacer. Nos acompaña en todo y para todo, es imprescindible; tiene que ser un derecho social de todos y cada uno, garantizado por el Estado.
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