- El parón de Estados Unidos por la covid hace mella en una de las grandes bazas electorales del presidente
Pablo Guimón - Cleveland - El País
Un hombre pasa por delante del edificio de la Bolsa de Nueva York, el pasado 11 de septiembre.SPENCER PLATT/GETTY IMAGES /Poblaciones pequeñas y dispersas, poderosos camiones y rancheras quemando gasolina por anodinas carreteras infinitas, destellos de una grandeza perdida en forma de hipertrofiadas bibliotecas públicas y ostentosos parques que nadie frecuenta. Hay muchos pueblos construidos en torno a una fábrica en el Medio Oeste, pero pocos representan tan bien los avatares de la industria estadounidense como Lordstown, Ohio, orgullosa sede de una de las plantas más grandes de General Motors en el país, que fue el mayor empleador de este valle del Mahoning después del colapso de la industria del acero a principios de los años 80. El destino de la fábrica se refleja en el del pequeño café de Nese, a las puertas del pueblo, frente al cementerio. Fue reduciendo su horario a medida que se eliminaban turnos en la cadena de montaje. Hace dos años, la camarera le contaba a este corresponsal que, mientras la planta no cerrara, seguirían llegando clientes, pero que no las tenía todas consigo. Hoy, un cartel de “se vende” y otro de “se alquila” adornan las ruinas del pequeño café, que acumula polvo y telarañas.

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