Luis Rubio - El Siglo de Torreón
La gran pregunta es cómo vamos a salir de ésta. Al margen de la popularidad del presidente, todos los indicadores van en dirección equivocada: la
economía está estancada, no crece el empleo, el gobierno sigue amasando instrumentos legales y fiscales para perseguir
a la ciudadanía y no hay un solo rubro -
desde la seguridad hasta la niñez pasando por la salud- en que el gobierno pueda exhibir mejoría alguna.
El conflicto se ha vuelto la razón de
ser de nuestra realidad política porque
ahí se resumen las expectativas, resentimientos, envidias y aspiraciones de la sociedad mexicana. Algunos ven bien al gobierno, otros lo reprueban; algunos confían en que las cosas mejoren, otros están
seguros que la única posibilidad será de
empeoramiento. Independientemente de
filias, fobias o preferencias, la retórica
contradictoria de las declaraciones cotidianas no contribuye a crear un futuro al
que toda la ciudadanía se pueda sumar.
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